Vera y Juliana.

Mañana nos regresamos a NY y Juliana no está muy convencida.

Su principal razón es que ya le gustó la vida sin escuela.

Pobre.

Y otra de sus razones, es que no quiere dejar de ver a Vera.

Su “mejor” amiga.

Tiene 4 y ya empezó con el concepto idiota y complicado de la mejor amiga.

Todas las mujeres somos un poco idiotas y complicadas mientras crecemos.

Y todas tuvimos nuestras mejores amigas.

Unas de ellas olvidadas con los años y otras, con suerte, todavía presentes.

Juliana y Vera se portan fatal cuando están juntas.

Y son una pareja singular.

“Ebony and ivory live together in perfect harmony…”

Hoy Vera está aquí para la despedida, y las acabo de regañar porque estaban en la aventura de escalar el ultimo estante del baño, ayudadas de dos banquitos mal hechos, con la intención de alcanzar la vitamina C.

Les dije,

- Están locas, la vitamina C no es un dulce, es medicina y la única forma en que la pueden tomar, es cuando se las da su mamá.

Me responden,

- ¿Nos das?

Y les digo que no, porque se les quita el sueño. Les digo también que mejor se las doy mañana en la mañana.

Las dos se quedan comentando y hablando en bajito.

Vienen conmigo y la portavoz dice,

- Ya decidimos que no nos importa que se nos quite el sueño, y que sí queremos que nos des Vitamina C.

Lo que les falta a dos niñas de 4.

Muchas mejores amigas y otros vicios, espero que menores.

Y una mamá, en mi caso, que se va a ir poniendo mayor y más asustadiza.

Además de dormir muy mal y poco.

“No nos importa perder el sueño…”

Hijas de su madre.