Me odia la lluvia y qué pedo con las Newyorkricans.


Entre nosotros los Hispanos (y conste que odio ese término) hay una corriente de Puertorriqueñas nacidas aquí en NY, que no hablan español, son muy gritonas, son muy groseras, son mal encaradas y sobre todo son unas busca-pleitos, como no he visto igual.

Odio ser racista y odio generalizar, pero en esto si me van a tener que perdonar, llegue a NY en 1997 y mis peores pleitos han sido con cajeras, dependientas, agentes de servicio a clientes o simplemente compañeras de vagón, siempre Newyorkricans.

Hoy después de comernos una hamburguesa Juliana y yo, fuimos a Babies R’ Us por unas cosas que necesitaba Diego.

Estábamos ahí buscando unas mamilas, mi carriola estorbaba a la gente que pasaba por el pasillo y la empuje un poco hacia dónde estaba una niña de alrededor de 12 años. Le dije con una sonrisa, “Sorry”.

Seguí con lo mío cuando de pronto escucho a una gorda gritarme,

- The right thing would be to say excuse me!

Volteo hacia los lados para ver a quién se dirige.

Es a mí.

Le pregunto,

- Are you talking to me?

Me responde,

- Yes bitch, I am talking to you, you have to say excuse me, to the girl, not “sorry”

Madres, pensé, me dijo bitch a la primera.

Le digo algo así como “no se cuál sea tu problema, pero me queda claro por tu elegante manera de hablar, que teacher no eres, cómo para venir a corregirme la semántica”

Proseguí,

- ¿Esta niña es tu hija?

Y que me responde,

Yes she is bitch!

Otra vez me dijo bitch. Ahora si ya me estoy encabronando.

- Debería darte vergüenza hablar así enfrente de tu hija, que horror de mamá, que grosera y qué imbécil.

Y que se me dejan venir dos gordas con aretotes.

- What the fuck is going on here?

Me dice la más grandota mientras me levanta las tetas (que no eran pequeñas) y se me echa para adelante.

Juliana me abraza la pierna.

Pensé, la reina de la puta banda.

Le dije,

Are you planning to hit me? Do you think I am scared? You people are disgusting.

Y me voy corriendo y cagada de miedo, hacia la sección de los pañales.

Escucho fucks, asses y motherfuckers detrás de mi y le sonrío a Juliana y a Diego, mientras mi corazón se acelera.

Diego se hace pipi encima de mí y empapa toda su ropa.

Lo cambio corriendo para salirme de la tienda antes de que me persigan las luchadoras del Caribe, y pocos minutos después se arranca una lluvia demencial.

Diego viene en la burbuja, pero Juliana y yo estamos en aprietos.

Le doy a mi niña su paraguas de Hello Kitty y le digo que le corra.

Pero son un chingo de cuadras.

No es tarea fácil.

Y ahí más o menos la llevamos,

- Juliana córrele mi amor, córrele que nos mojamos… ándale, ándale…

Y ella me responde a todo pulmón y muy enojada bajo las gototas,

- Mi odia la lluvia, mi odia más que nada en el mundo, mi odia mucho y mi odia mi chamarra café que me apeta mucho y mi odian estos calcetines mojados y me odian mis jeans que se me caen y ya me los quiero quitar…

Me entra un ataque de risa de verla padecer.

Me dice,

- No es chistoso mamá.

Me da más y más risa,

- Mamá no te rías, no tiene nada de chistoso.

La verdad tiene razón.

Nos paramos en un techo y le pedí una disculpa.

Luego disminuyo la lluvia y caminamos a casa.

Diego sin pantalones y Juliana con los suyos por las rodillas.

A la tina caliente todos.

Suspiro profundo.

Hogar dulce hogar.


1 comment:

  1. No bueno! ya para que te intimiden a TI es que si son agresivas y no pedazos... qué miedo, qué bueno que lo pudiste platicar... jajajaja!

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