Mary Poppins, mallas fucsias y no entendí el sermón.

Juliana y Emiliano están viendo Mary Poppins.

Emiliano porque está castigado sin tele y Juliana porque está obsesionada.

Y yo estoy llorando porque Mary Poppins ya se va y los niños están tristes.

O por otra cosa.

Diego no se está tomando la mamila y es un día raro.

Anda vestido de playa y Juliana también.

Hay un frente frío. Mi casa está helada.

Me tuve que ir desde temprano a trabajar y Flora dice que Juliana se quiso poner halter y huaraches y no pudo hacer nada al respecto.

Por lo visto Diego también.

Tengo una tristeza inexplicable.

Entre mal dormida, nostálgica y con sentimiento de despedida.

Ya me regreso a NY en un par de días.

Juliana dice que está feliz de no ir a la escuela.

Que ya no quiere ir nunca más.

Hoy es la segunda misa para Christian y no quiero ir.

Me dolió mucho la de ayer y creo que mejor con una me quedo.

Ya me despedí de él.

Por ahora.

El sermón me puso de muy mal humor.

Me hace pelearme más con la Iglesia.

El padre habló de la fortuna y la suerte de Christian por estar ya en el cielo.

Por estar ya en el reino de Cristo.

Por haberse adelantado a entrar en la gloria del Señor.

Se fue.

Este Padre lo acompañó durante toda su enfermedad.

Lo vio partir poco a poco.

Y él no quería irse.

Pero así le tocó.

Podríamos hablar de lo triste que es todo esto.

De lo mucho que nos duele que ya no está.

No hay gloria en su partida.

Y si la hay, yo no puedo entenderla.

Y esto me pone de malas.

Y triste.

Porque sólo tenia 40 años

Porque era una magnífica persona

Y le faltaba mucho por hacer.

Odio estos días fríos.

Tengo ganas de estar bajo las cobijas pero faltan baños, cenas, mamilas.

Traigo mallas fucsias.

Y tristeza.

Juliana ya puso de nuevo la película.

Pero por lo menos ya se puso unos pants arriba del mendigo halter.