OOOOOOM


Ayer que era martes, retomé la yoga después de varios meses de ausencia.

Estuve a punto de abortar la misión pero al final hice lo correcto, apague la compu, agarre mi mat y me fui corriendo a la clase.

Estuvo fantástico.

Y empecé en martes.

Con lo cual creo que podemos meter al martes también, en la categoría de los nuevos comienzos.

La clase de yoga para mí, lejos de descripciones mamonas y espirituales, significa, el único lugar del mundo, dónde me desconecto - aunque sea por pequeños lapsos de tiempo - de mí. De mis trivialidades, de mis nerviosismos, de mis listas amarillas de pendientes, de mis miedos, de mis angustias y de mis pendejadas.

Es el único lugar dónde respiro.

Es el único lugar dónde me relajo.

Es la terapia que necesito y que constantemente abandono.

Pero tengo la intención de volver hoy y mañana y seguirle…

De hecho voy a estrenar un mat nuevo. Verde. De nombre green tea yoga mat. (que pederos son los Gringos y Whole Foods)

 

El departamento 11G se inundó y casi mato a los inquilinos.

Al momento que me llamaron a mí para avisarme, le llamé a la Argentina y la puse a girar a la misma velocidad que yo giré. Alta velocidad para ser exactos.

Me llamo el Super para decirme que había una inundación provocada por el agua que salía del escusado. Y en un lapso de 35 minutos, se vieron afectados dos departamentos del piso 10, dos del piso 9, dos del piso 8 y uno del 7

Me preguntó si tenía seguro.

Le dije que no lo tenía aún, mientras las lágrimas me atravesaban los cachetes y mi angustia me recorría toda la piel. Le dije que no podía ser mi irresponsabilidad y que lo lamentaba mucho, se lo dije cómo si fuera la Directora de la escuela y estuviera a punto de correrme.

Y el Super que es un cabrón de cuidado, me dijo que tenía que pagar los destrozos de los 7 departamentos heridos.

Plaster and Paint me dice, multiplicado por 400 dólares la hora, por una semana de trabajo… plus this, plus that.

De no creerse.

Estos pendejos del piso 10, del 9, del 8 y del 7, van a sacar su pintura nueva a costas de mi tragedia.

Yo sin dólares, llena de lagrimas y los inquilinos Argentinos en cuclillas, tratando de secar el lago, con un rollo de papel.

Mi papá me ayudó con el méndigo Super.

El soborno y las palabras claves.

Y estamos en espera de que nos diga el diagnóstico y la cantidad, para el fin de semana.

 

Tengo que ir de nuevo a la yoga.

Om.

2 comments:

  1. ay noooo, q pesadilla lo de los vecinos!!!!
    q estrictos!

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  2. Flaca... qué mal asunto, en qué terminó! uy te estoy viendo... qué fuerte! besos!!!

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