Los hijos, los aeropuertos, las visas y la idiota de Lucero.

No he escrito desde el sábado y esto me molesta terriblemente.

Suspiro.

Sábado (PM).

Llegué a NY y comprobé nuevamente la verdad sobre el recurrente acto de idealizar las situaciones familiares.

Con los hijos todo sale siempre como no lo planeas.

Y esto funciona para los dos lados, para bien y para mal.

Mi emoción del sábado para entrarle a las celebraciones de Halloween, fue drásticamente destruida por una hija enojada que no sólo odió su disfraz de lady-bug, sino que lo llevo al extremo de simplemente tener que cancelar el dichoso fall ball.

Estaba enojada, celosa, mal dormida, agripada… estaba todo menos lo que yo quería.

Y así, hasta que se durmió en mi cama y me trajo a patada limpia toda la noche.

Y Diego para castigar mis 3 días de ausencia, regresó a su horario de mevalequeseanlascuatro, estoy despierto y quiero comer ya.

Domingo.

Parece mentira pero viajar de NY a México resulta como un viaje en tren.

Es largo y agotador.

Mi niña llego con la tos acelerada y nos encontramos con la novedad, de que ahora al llegar a nuestro país, te preguntan si has presentado alguno de los síntomas de la influenza H1N1 cómo, tos, moco, calentura, escalofríos, espasmos…

Decidí poner "tos" pues era más que evidente, y Juliana no paraba de pedirme broncolín.

Cuando entregué el dichoso cuestionario, llegó un Señor que no era militar, que no era policía y que tampoco era doctor, pero llevaba puesto un uniforme.

Me comenzó a preguntar que tipo de tos tenía Juliana.

Eran ya las 12 de la noche para nosotros, Diego y Juliana estaban hechos pedazos y mi ánimo no era el mejor, con lo cual no podía evitar preguntarme, quién es éste pendejo y de qué le va a servir mi respuesta.

Mi respuesta podría ser, “Mire Señor/Oficial/Doctor, se trata de un cuadro de tos seca que comenzó hace una semana y se vio altamente deteriorado durante el vuelo de 5 horas más la hora extra del tarado del piloto intentando estacionar la nave. Y dígame usted ahora, qué carajos piensa hacer con esta información”

Una chingada.

Eso.

Lunes.

Prepara todo para ir por las visas.

Parece mentira que después de 12 años siga siendo una hueva tan grande llenar esos cuestionarios.

(Problema con los cuestionarios en general).

Martes.

Amanecí a las 5:30AM.

A la embajada.

En la cola.

Somos los primeros 100.

Y de repente llega la pendejita de Lucerito y se paralizan los guardias.

La escoltan, la dejan pasar sin hacer cola.

Pasó en primer lugar.

Por ser Lucero.

Esta es la embajada Americana.

Pero es Lucero.

Y pasa primero.

Odio esto. Lo odio.


Ya estoy en México.

Ya me tomé un mezcal con gajos de naranja y chile piquín.

Y un callo de hacha con unos toritos.

Ya fui a la Comer.

Ya fui al mercado de Mixcoac.

Ya puse el altar de muertos.

Ya conoció mi Abuelita a Diego.

Ya me aprobaron las visas.


Se acerca el 2, sigo idealizando las situaciones, odio los cuestionarios, me caga que las estrellas de Televisa tengan prioridad sobre el resto, no estaré tranquila hasta que me lleguen los pasaportes y estoy castigada por no haber escrito ayer.

1 comment:

  1. Castigadisima I agree...y no puedo evitar pensar que Lucerito tiene razon en tener guaruras que sacan la pistola a la menor provocación, porque tu...la hubieras masacrado a la muy cabrona...vamos trabajando en tu primer single o minimo un jingle para la "cachetada en la cara" para que la proxima vez...te escolten a la entrada de la embajada pues que chingados!

    ReplyDelete

Powered by Blogger.