Savasana, Paulette y los extraterrestres.
A las 2 de la tarde me entra un cansancio bestial.
Todos los días.
Hoy que hice mi yoga a las 12, me quede absolutamente profunda en la relajación final (Savasana).
Mi maestro me tuvo que venir a despertar y se me caía la cara de vergüenza.
Eso si que nunca me había pasado.
Pero ayer por la noche dormí alrededor de 3 horas.
Diego se sentía mal y se despertaba llorando cada 20 minutos.
Correr de un cuarto a otro me estaba dejando mareada, así es que tomé la decisión de traerlo a la cama.
Yo sé que hoy lo pagaré caro, pero ayer ya no podía ni con mi alma.
Cuando lo saqué de la cama me quede preocupada de dejar a mi niña sola, pues me había pedido que me durmiera con ella porque estaba soñando feo.
Absurdamente, este acto me hizo pensar inmediatamente en una conversación que sucedió hace un par de semanas.
Mi cuñado vino a visitarnos a NY y le pedí que me platicara novedades de México, entre otras cosas le pedí que me contara los progresos del Caso Paulette.
Me dio los pormenores de tan terrible incidente y me comento que una semana antes una amiga común, le había dicho que ella estaba segura de “que se la habían llevado unos extraterrestres”
¿No está fantástica la teoría?
Yo primero me morí de la risa y luego me entró miedo.
Soy muy temerosa de todo lo sobrenatural.
No me importa sonar ignorante.
Es la verdad.
Y cuando Beto me contó que el cuerpo de la niña desaparecida había aparecido en los pies de la cama, me estremecí.
Todo esto que cuento aquí, fue cómo una avalancha informativa que se cruzó por mi cerebro mientras llevaba a Diego a mi cuarto, y me puso la piel de gallina.
Entonces decidí llevarme también a Juliana.
Cuando vi a esos dos niños ocupando toda la cama, suspiré de pensar en la noche que se avecinaba.
(los dos duermen horrible, muy inquietos, se revuelcan y dan patadas)
Apagué todas las luces de la casa, me metí a la cama y me di cuenta de que habían unos planetas glowing in the dark.
La pijama nueva de Diego.
En mi cara.
Glowing.
Así es que fue como dormir con una linterna en la cara.
En la mañana los dos niños amanecieron contentísimos de su triunfo y yo hecha pedazos.
Así es que hoy a las 9 de la noche espero poder hacer el Savasana en la cama.
Sola.
Y sin miedo de que vengan los extraterrestres a llevarse a mis retoños.
Todos los días.
Hoy que hice mi yoga a las 12, me quede absolutamente profunda en la relajación final (Savasana).
Mi maestro me tuvo que venir a despertar y se me caía la cara de vergüenza.
Eso si que nunca me había pasado.
Pero ayer por la noche dormí alrededor de 3 horas.
Diego se sentía mal y se despertaba llorando cada 20 minutos.
Correr de un cuarto a otro me estaba dejando mareada, así es que tomé la decisión de traerlo a la cama.
Yo sé que hoy lo pagaré caro, pero ayer ya no podía ni con mi alma.
Cuando lo saqué de la cama me quede preocupada de dejar a mi niña sola, pues me había pedido que me durmiera con ella porque estaba soñando feo.
Absurdamente, este acto me hizo pensar inmediatamente en una conversación que sucedió hace un par de semanas.
Mi cuñado vino a visitarnos a NY y le pedí que me platicara novedades de México, entre otras cosas le pedí que me contara los progresos del Caso Paulette.
Me dio los pormenores de tan terrible incidente y me comento que una semana antes una amiga común, le había dicho que ella estaba segura de “que se la habían llevado unos extraterrestres”
¿No está fantástica la teoría?
Yo primero me morí de la risa y luego me entró miedo.
Soy muy temerosa de todo lo sobrenatural.
No me importa sonar ignorante.
Es la verdad.
Y cuando Beto me contó que el cuerpo de la niña desaparecida había aparecido en los pies de la cama, me estremecí.
Todo esto que cuento aquí, fue cómo una avalancha informativa que se cruzó por mi cerebro mientras llevaba a Diego a mi cuarto, y me puso la piel de gallina.
Entonces decidí llevarme también a Juliana.
Cuando vi a esos dos niños ocupando toda la cama, suspiré de pensar en la noche que se avecinaba.
(los dos duermen horrible, muy inquietos, se revuelcan y dan patadas)
Apagué todas las luces de la casa, me metí a la cama y me di cuenta de que habían unos planetas glowing in the dark.
La pijama nueva de Diego.
En mi cara.
Glowing.
Así es que fue como dormir con una linterna en la cara.
En la mañana los dos niños amanecieron contentísimos de su triunfo y yo hecha pedazos.
Así es que hoy a las 9 de la noche espero poder hacer el Savasana en la cama.
Sola.
Y sin miedo de que vengan los extraterrestres a llevarse a mis retoños.
Jajaja!!!
ReplyDeleteEstás increíble! reconociendo que te pasó por la mente la teoría de los extraterrestres... Ya te veo tan loquita manejando esa idea en tu atareada cabecita... espero que hoy si pases buena noche Flaca, de todo corazón! jajaja!
Muchos besos!
Bastantes problemas existenciales tengo ahora que soy mamá... especialmente el tema de que sea mi responsabilidad que logren ser felices... para venir a agobiarme con las cosas sobrenaturales... no, no y mil veces no...me niego rotundamente; mi escepticismo es tal, que a veces pienso que el día que me suceda algo extraño caeré muerta de la impresión en ese mismo momento...
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