Mamma Mia.

Juliana cómo (creo) todas las niñas de su edad, se obsesiona por rachas, con películas que podría ver todos los días (si yo se lo permitiera).

Llevábamos un rato en la obsesión de Mamma Mia y desde que se enteró por mi papá (quién la invita a esos overpriced shows de Broadway) que también estaba en el teatro, no paró de pedirme que la llevara.

Mamma mia como casi todos saben, es una historia que en realidad no es tan apropiada para una niña de 4 años.
Sí bien la película está llena de colores, cursilerías y canciones, a Juliana le ha generado infinidad de preguntas.
- ¿Porque Sofi tiene 3 papás? ¿Porque la mama de Sofi no sabe cual de los 3 es su papá? ¿Sofi ya no se va a casar? ¿Se va de viaje, pero porque? ¿Su novio no trabaja? ¿Sofi no va a la escuela? ¿La amiga de la mamá de Sofi es novia del amigo del novio de Sofi? ¿Uno de los papás de Sofi está bailando con el amigo del novio de Sofi?

Mama Mia toca muchos pinches temas y no estamos todavía listas para discutirlos. Pero por la lista de preguntas se darán cuenta de que cualquier respuesta que yo le dé, la inspira a seguirme preguntando más.

La verdad es que cuando me di cuenta de que Juliana disfrutaba de las películas con humanos y no monitos, me puse muy contenta.
Vimos la película de Across the Universe, cantamos todas las canciones de los Beatles y la distraje en los momentos inapropiados para ella.

Y así hemos visto otras.
Pero el otro día cuando nos topamos con Dirty Dancing en la tele, comenzamos a verla, cantamos un poco, me acorde de mis amigas de la prepa, y me olvide por completo que estaba más heavy.
Decidí cambiarle de canal.

No debería adelantar procesos y/o conversaciones que inevitablemente llegarán en unos años.

Creo que Mamma Mia está bien y volveré a promover unos años más de Cenicienta.

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