Led Zepellin (dos).



Cuando el cuñado de nuestro vecino (quién vive en Grecia), nos dijo que el fin de semana era el concierto de Led Zepellin en NY, reaccionamos con los clásicos “no es posible, no teníamos ni idea – un evento de tal magnitud…”

Luego nos dijo que era en el Grammercy Theatre y nuestros “como es posible” fueron más fuertes todavía.
Me cae que cuando uno quiere creer algo, se va de boca.

K se metió inmediatamente a ticket-master a comprar boletos, ya tarareando las rolas de su infancia.

Desde que efectuó la compra, se puso un poco escéptico, pero solo poco,
- Que raro Flaca, están baratos los boletos – de hecho pagué un cargo extra para entrar más rápido.

Un par de noches después comentó de nuevo,
- Me cuesta creer que este concierto sea en el Grammercy Theatre – estos cabrones son Led Zepellin, vivían en castillos – castillos de verdad castillos.

Pero la emoción nos mantuvo creyendo.
Yo le dije,
- Bueno pero igual ya no han tocado hace años, igual son tocadas más en corto; o igual no son todos los que quedan de la Banda (habiéndose ya muerto uno de ellos)… que se yo.

Pero creamos.

El sábado por la tarde regresando hechos pedazos de Los Cloisters con los hijos, pasamos frente al teatro y leímos en la marquesina
Led Zepellin 2.

Si, dos,
2, de número dos.

No puede ser lo amateurs que somos.
Evidentemente el concierto se trataba de una puta banda tributo.

K quería cancelar el plan pero ya con la Nana coordinada, ganas de salir e intenciones de cantar Stairway to Heaven, lo convencí de ir.

Total, le dije,
- Hay más o menos buenos conciertos ahí, nos tocó ver a Jakob Dylan la última vez, quien quita y estos son unos muy buenos imitadores de Zepellin.

Y ahí vamos.
Sin duda los más jóvenes del teatro.
Y también los más cool.
Entramos antes que todos no por haber pagado el cargo extra, simplemente porque llegamos muy temprano.

El teatro se tardo en llenarse pero se llenó.

Y cuando salieron Jimmy Page y Robert Plant con esas pelucas y esos atuendos, era para morirse.
De tristeza, de risa, de ternura.

Pero la gente que estaba ahí, disfrutaba como si estuviesen en presencia de los originales.
Mujeres con sus tenis skechers blancos y cuellos de tortuga, otras poco más escotadonas, pero con zapatos cómodos para el baile.
Todas ellas, agitando sus cabelleras y cantando emocionadas cada una de las rolas.
Los hombres igual, con camisas de cuadros y sus dockers beige, también meneando la cabeza al ritmo, de atrás para adelante.

Todos por una noche comiéndose el cuento de estar en 1970.
Pero felices.
Nosotros por minutos sintiéndonos mas pendejos.

Nos salimos.

Ya cenando sushi, Kiko comenta,
- Uta yo que feliz le conté a un par de gentes de mi concierto…

El pobre del Griego aún más decepcionado dijo,
- Yo lo publiqué en mi página de Facebook a mis 600 amigos.

Las tribute bands.
No son la original, solo tratan de hacerlo muy parecido.
Razón para mejor quedarse en casa a escuchar el disco.

Pero que bonito es creer.
Aunque sea por un rato corto.
Cortito.

Qué risa.


1 comment:

  1. JajajajajA!!!
    Me sacaste (y sigues...) sacando carcajadas nada mas de imaginar el elencazo y a uds dos en medio de ellos... se hubieran regalado un alguito, qué chambones, lo hubieran pasado de E N S U E Ñ O risirisi...!

    Tas increíble, y q bueno que les eches su porra a las mamichis fulltime porque claro que lleva su chinguita aparte, pero como todo, tiene su encanto, su pro y contra.

    Te sigo leyendo, y espero leer algo de tu UNI, me mueeeeRo de envidia!

    Te quiero horrenda,
    apersónate de alguna forma... skypeemos, no?
    Besos :)

    Y Felicidades por tu nueva vida, suena increíble!
    chaucín gurbai

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