3 pes.

El fin de semana me dejó ahora sí hecha cagada.
La méndiga cargadera de carriola y de hijos, en los metros de esta ciudad, es algo fuera de este mundo.
Son muchas escaleras
Es mucho trabajo, es mucha chinga.
De hecho no creo que haya mucha gente que lo haga.
Pero para mí, es la posibilidad de incluir un capítulo más, de escenas de boicot en mi vida.

Así es como llegamos al capítulo #354 que se llevó a cabo en Queens – ahí justo donde esta el puto aeropuerto.

Llevé a los hijos a que se empaparan de la cultura de su tierra, con el festival de Celebrate Mexico Now – y fuimos a ver la Trajinera Xochitl – que consistía en una procesión desde el Queens Museum of Art hasta llegar a las aguas del Flushing Meadows Corona Park.
La saga arrancó a las 12 del día.
Comenzamos con el taller de actuación, seguido de la confección de vestidos largos con telas rosadas y moradas (Juliana se sentía soñada), después vino el tema de armar mascaras, mientras las mamás se veían obligadas a colaborar con diversas manualidades, y después prepararnos para salir en la procesión detrás de los Concheros.

Para entonces ya eran las 4 de la tarde.

Todo esto, paralelo a perseguir a Diego, para que no destruyera las piezas del Museo y dejara de agarrar los instrumentos musicales del evento.

La procesión arrancó. Y ahí vamos todos detrás de los hijos.
Juliana se sentía la Reina de Xochimilco con su vestido rosa, sus dos geranios de plástico en la cabeza y un triángulo, el cual venía tocando al son de la danza de los Concheros.
Había que verla para creerla.

Ya eran las 5 de la tarde y yo no podía más, pero sacar a mi hija de la procesión, era como pedirle que se fuera de su boda.

El regreso un horror.
El metro, las escaleras, el cansancio y la espalda.

Llegamos a las 6 y media a la casa.
Los bañé, vestí y les hice de cenar en 25 minutos.

Llegó Rosita y salí corriendo.
A cenar sushi y beber sake.

Me caé que me lo merecía.
Procesiones, procesos, procedencia.
Las 3 pes me las tiré en un día.



 


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