la hora feliz
La hora de la chela o la happy hour.
Ahora cobró un significado distinto para mi.
Y puedo imaginarme que también para muchas otras mamás.
Porque primeramente dura exactamente una hora y no puede durar más.
Y a lo máximo la oferta viene con dos tragos, para evitar dolor de cabeza o en su defecto ganas de seguir bebiendo más.
La hora feliz en mi casa es de 9 a 10 de la noche.
Y a las 10 con suerte ya tengo sueño suficiente para dormir hasta la mamila de las 3am.
Ahora para definir mejor lo feliz que es la hora feliz, hablemos de la hora cero.
“La hora cero” es un término que odio, me parece de mamáquesemuchodematernidad.
Yo prefiero llamarla, la hora infeliz.
Y es casi siempre esa hora que dura dos horas y se sienten como 10 horas.
Y en mi caso va de las 7 a las 9 de la noche.
Uno llora, la otra grita.
Uno quiere comer, la otra quiere camisón y no pijama.
Uno quiere su mamila, la otra no quiere bañarse.
Uno quiere que lo atiendan de inmediato y la otra también.
Uno quiere que lo arrullen, la otra quiere que también la carguen
Todos encimados, todos aplastados, todos peleando, todos gritando.
Es la hora mas infeliz del puto día.
Con lo cual la hora feliz es la mas feliz de la vida.
Juliana me pregunto el otro día porque había cosas felices y cosas tristes.
Le dije que había cosas tristes para poder apreciar más las cosas felices.
Y lo entendió perfectamente.
Es tan claro como la hora feliz y la hora infeliz.
Ahora, lo del trago es un plus.
Empezamos por el silencio, pero la chela, la copa de vino o la bebida de elección de cada quién, hace que te regrese el aire al cuerpo.
Resbala como nunca resbaló.
Hay una escritora famosa en NY que escribió varios libros de motherhood y en ellos hablaba de como la maternidad era más llevadera con un drink.
Se volvió famosa.
Vendió muchos libros.
Hizo un blog.
Visitado por muchas mamás.
Y el otro día en el NY Times publicaron una entrevista con ella.
La escritora es ahora AA.
Se le fue la mano con el drink, dejaron de ser dos y cada noche mientras escribía su blog se empujaba 10 drinks.
Y cuando le contó a sus seguidoras que era ahora AA y que iba a sus juntas y vivía bajo el régimen de “sólo por hoy”… se enojaron mucho con ella.
Le mandaron cartas espantosas cargadas de furia porque las había traicionado.
Ella les respondió que no había sabido controlar su happy hour, y que las apoyaba mientras ellas supieran controlar la suya.
Me pareció fantástica anécdota.
NY está lleno de mamás muy locas.
Y muchas de ellas con su borrachera nocturna, tratan de lidiar con los pormenores de la maternidad y se les fue su mentora. Se les fue a AA.
Diego y Juliana son mis amores.
Pero se ponen muy pesados en la hora infeliz.
Así es que si un par de drinks nos hacen la maternidad más llevadera…
Arriba la hora feliz.
Muy bueno!!!!estoy de acuerdo contigo, viva la hora Feliz!!!!
ReplyDeleteUna razón fuerte para moderar la hora feliz es pensar en la cruda más tarde. Estando crudo cualquier hora es muy infeliz. Niños gritando alrededor es muy malo para el crudo
ReplyDeleteTe apoyo y seguro a mi me hubiera pasado lo mismo que a la escritora de NY jajaja.. Que viva la hora Feliz, cuando ya duermen y te puedes poner a ver tu serie en la television verdad???
ReplyDeleteEris