La shopping bag reciclada.

Todos andan por la ciudad con una.
Yo no salgo sin la mía.

Además de que la campaña de los supermercados, para hacerte más consciente en dejar de usar bolsas de papel o plástico, es la perfecta excusa para clavarte $1.99, cada vez que se te olvida la tuya.

Pero resulta que dicha bolsa te sirve para cargar infinidad de cosas, y para los que vamos por la vida, siempre cargando de más, pues la bolsa 100% reciclada es perfecta.

Por la mañana la doblas y la metes en tu bolsa principal y cuando llegas al final del día, guardas en ella todo lo que se acumuló, en las últimas horas.
Cosas como los tuppers olvidados en la oficina, la ropa de la yoga (la sucia y la limpia), los papeles, las revistas, el periódico, el bulto completo de correo - que debes depurar con calma, para no llegar a perder uno de los putos papeles del tax declaration (aquí ya entra en la bolsa algo de bagajemocional).

También en la bolsa entra todo lo que acumula Juliana durante su día, entran los dibujos y las muestras de amor de mi hija, que quizás pudiera romper, pues tengo miles, pero el corazón no me lo permite (más bagajemocional).

En la bolsa, va todo lo que compro y no le queda a los hijos, toda la mercancía para regresar, la mini-compra nocturna, el antojo de último momento, las flip-flops para el pedicure, los papeles llenos de tarea para llevar a casa. Y muchas cosas más.

Mucha bolsa.
Mucho equipaje extra.
El que llevamos nuestro, más todo el que agarramos en el camino y también, el ajeno.

No tenemos suficiente con nuestros arrastres emocionales, sino que también metemos en la bolsa, los de nuestros seres más queridos.

Y se nos destroza la espalda llevando en la bolsa, emociones, sentimientos, nudos, tensiones, arrebatos, llantos, risas, pendientes, miedos, sueños, pensamientos y todo lo demás.

Necesitamos que Trader Joe's saque la mega bolsa XL, para que nos quepa todo, absolutamente todo.

Eso si, que sea 100% de material reciclable.
Porque una cosa tengo clara, no se para cuando, dejaré de cargar.
Y si tengo que seguir cargando, por lo menos que sea en una bolsa bien intencionada.