De 25 grados a -1 (y la gente que sólo piensa en sí misma).

Tengo que admitir, que ayer que llegué a Miami y salí a tomar un taxi, sin puffy jacket y sin calcetines, me emocione.

25 grados.

Un calor agradable y luego un poco de lluvia.

La verdad que eso sí tienen en Miami, un clima envidiable.

Yo llevo una semana con gripa y el invierno en NY, realmente apenas comienza.


Después de un día lleno de sol y una junta exitosa, a las 7:00 PM me encontraba en la misma sala, dónde me había dejado mi avión de las 8 de la mañana.

De hecho noté que algunos pasajeros eran los mismos.

Cómo yo, se veían decaídos, cansados y resignados a ponerse de nuevo todas sus ropas invernales.

Me senté en el suelo junto a la única conexión disponible, para cargar mi computadora, pues tenía intenciones de trabajar un poco durante el vuelo.

(Cabe mencionar que encontrar dicha conexión, no fue una tarea fácil)

Llevaba cómo 10 minutos cargando, cuando se me acerca una mujer con pésima actitud y me dice,

- Can you disconnect? I want to charge my computer.

Dije,

- Sorry, what?

Y me dijo,

- I need to charge my computer at least for 5 minutes.

Le dije,

- Yes, me too, that’s why I’m here. Charging.

Y me dijo de nuevo,

- But I need it too.

Y le conteste con la muy gringa respuesta de,

- You’ve gotta be kidding me.

Se fue molesta y le contó todo a su amiga.

Volteé a mi alrededor y observé a un par de personas más, cargando sus aparatos electrónicos.

Jamás se me hubiera ocurrido, llegar a pedirles que se quitaran.


Un día mi amiga María estaba en la cola del banco y vio como la chava frente a ella le picaba el hombro (dedo de frente taladrando por la espalda), al joven de adelante.

Le dijo,

- Oye, ¿me prestas tu pluma?

El le contestó,

- Es que la estoy usando.

Y ella le dijo molesta,

- ¡Pero yo la necesito!


Me parece una historia fantástica.

Gente enloquecida.

En fin.


Ya no use la computadora.

Acabe mi libro.

Finalmente.

Y un par de filas atrás, la mujer que me quería quitar mi conexión, me observaba molesta.


Llegué a casa.

Estaba cayendo una buena nevada y a las 4 de la mañana empezaron a escucharse los camiones-pala.

El cambio climático fue brutal.

Y los huevotes de la mujer de la conexión, también.


Hace falta gente que piense más en los demás.

Y también hacen falta unas cuántas conexiones más, en los aeropuertos.

Son muy escasas.

2 comments:

  1. Jajajjajaja... te estoy viendo con tu cara de... you´ve got to be kidding!

    Besosss!!!

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  2. muy en miami y ni unita llamada!!! gacha!!!

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