Yeah man, nou man.
A veces con el inglés me pasa, que adopto expresiones sin saber bien de dónde las saco.
No sé si las escuché en películas, las leí en algún libro, tal vez de la calle, de la gente, no tengo idea de dónde vienen, pero si noto que de un día para otro, se vuelven necesarias en mi discurso y las repito en exceso.
Y esto lo observo en mí, cómo lo observo en otra gente.
Un colega de trabajo repetía constantemente “we work hand in glove”
y cada vez que yo escuchaba esa expresión se me revolvía el estómago.
No me gustaba, me parecía sumamente payasa.
Y por ejemplo, otra colega siempre que entraba en la oficina a hablarte de algo, comenzaba con “this is between you and me and the wall”, pero lo mismo le decía a todos.
Con lo cual la expresión venía poco al caso, porque todo quedaba entre ella, la pared y el resto del personal.
A últimas fechas me caché usando en exceso la expresión de,
“Yeah man” y la de “No man”
Y pienso WTF (what the f. - estas siglas me encantan).
Porque no sé como se me fue a pegar. No conozco a nadie que use esta expresión.
Los veo en la calle, pero no hablo con ellos.
Hasta ayer.
Porque vino a un muchacho que hace animaciones, a entrevistarse conmigo.
Desde que lo vi llegar con su caminado de Eminem, sus tenis super blancos, chamarra de cuero grandota y su cadenota de oro, dije OMG (“Oh my god” expresión usada en exceso por Juliana).
Llegó a mi oficina, sacó su maquina PSP y me mostró su reel.
Me quede impresionada con lo que vi.
Muy buen trabajo, de verdad bueno, bueno.
Pero lo que se puso difícil fue entenderlo cuando hablaba.
Lo que alcancé a entender se puede resumir así,
- No man, no shit man, yeah man, fuck that man, I’m down with that man, that’s plain stupid man, I don’t believe that man… I’m from NY, Staten Island man…
Le pregunté,
- ¿Cuánta gente necesitas para hacer un proyecto grande de digital?
Y respondió,
- Me man, just me man, I am the man.
El tipo estaba sentado con las patas abiertas, acomodándose la gorra de los Yankees y levantando la mano con euforia en cada yo man.
Y se habrá aventado unos 87 yomans en 20 minutos.
Yo pensé, en cualquier momento este cabrón se arranca cantando un rap.
Después platiqué con la persona que me lo recomendó y me contó algo fantástico.
Este muchacho no confía en los bancos y cada vez que ahorra una cantidad importante de dinero, se va para Chinatown y compra lingotes de oro.
O lingotitos, (no como los de Cazadores del arca perdida) pero son de oro.
Un amigo suyo le dijo que estaba loco, que esto no era la edad media y que llevara ese dinero a invertirlo en algún fondo.
Luego vino la crisis y Madoff se robó el dinero de todos.
Menos el del rapero.
El oro subió y subió su valor.
Quién se lo hubiese imaginado.
Yo no.
En fin, me preocupa que el entrevistado tan talentoso le presente a los clientes. Nadie le va a entender.
Y yo prometo no volver a decir No man.
O Yeah man.
Me queda fatal.
No sé si las escuché en películas, las leí en algún libro, tal vez de la calle, de la gente, no tengo idea de dónde vienen, pero si noto que de un día para otro, se vuelven necesarias en mi discurso y las repito en exceso.
Y esto lo observo en mí, cómo lo observo en otra gente.
Un colega de trabajo repetía constantemente “we work hand in glove”
y cada vez que yo escuchaba esa expresión se me revolvía el estómago.
No me gustaba, me parecía sumamente payasa.
Y por ejemplo, otra colega siempre que entraba en la oficina a hablarte de algo, comenzaba con “this is between you and me and the wall”, pero lo mismo le decía a todos.
Con lo cual la expresión venía poco al caso, porque todo quedaba entre ella, la pared y el resto del personal.
A últimas fechas me caché usando en exceso la expresión de,
“Yeah man” y la de “No man”
Y pienso WTF (what the f. - estas siglas me encantan).
Porque no sé como se me fue a pegar. No conozco a nadie que use esta expresión.
Los veo en la calle, pero no hablo con ellos.
Hasta ayer.
Porque vino a un muchacho que hace animaciones, a entrevistarse conmigo.
Desde que lo vi llegar con su caminado de Eminem, sus tenis super blancos, chamarra de cuero grandota y su cadenota de oro, dije OMG (“Oh my god” expresión usada en exceso por Juliana).
Llegó a mi oficina, sacó su maquina PSP y me mostró su reel.
Me quede impresionada con lo que vi.
Muy buen trabajo, de verdad bueno, bueno.
Pero lo que se puso difícil fue entenderlo cuando hablaba.
Lo que alcancé a entender se puede resumir así,
- No man, no shit man, yeah man, fuck that man, I’m down with that man, that’s plain stupid man, I don’t believe that man… I’m from NY, Staten Island man…
Le pregunté,
- ¿Cuánta gente necesitas para hacer un proyecto grande de digital?
Y respondió,
- Me man, just me man, I am the man.
El tipo estaba sentado con las patas abiertas, acomodándose la gorra de los Yankees y levantando la mano con euforia en cada yo man.
Y se habrá aventado unos 87 yomans en 20 minutos.
Yo pensé, en cualquier momento este cabrón se arranca cantando un rap.
Después platiqué con la persona que me lo recomendó y me contó algo fantástico.
Este muchacho no confía en los bancos y cada vez que ahorra una cantidad importante de dinero, se va para Chinatown y compra lingotes de oro.
O lingotitos, (no como los de Cazadores del arca perdida) pero son de oro.
Un amigo suyo le dijo que estaba loco, que esto no era la edad media y que llevara ese dinero a invertirlo en algún fondo.
Luego vino la crisis y Madoff se robó el dinero de todos.
Menos el del rapero.
El oro subió y subió su valor.
Quién se lo hubiese imaginado.
Yo no.
En fin, me preocupa que el entrevistado tan talentoso le presente a los clientes. Nadie le va a entender.
Y yo prometo no volver a decir No man.
O Yeah man.
Me queda fatal.
jajajajjaja.... antes de quitártelo, no dejes de aplicarlo conmigo, que mira que de imaginarte con nou man yeah man, me cago de risa!
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