Sólo veo dientes.


Odio a los dentistas.
Siempre los he odiado y siempre los odiaré.

No me llamó la atención cuando me enteré que la profesión con mayor número de suicidios, es la de los dentistas.


Ver dientes, limpiar dientes y tratar con dientes, no debe ser lo más agradable.

Y ver la humillación de los pacientes, mientras tienen la boca abierta, se les escurre la baba, les lloran los ojos y hacen muecas de dolor, no debe ser tampoco tan grato.


Pero hoy conocí a una dentista que fue cariñosa conmigo y espero de verdad que su vida sea feliz.


Llevo meses, con dolor de dientes mañanero.

Es una hueva.

Los siento muy apretados.
Cómo si se quisieran escapar de las encías.

Y conforme pasa el día, lo olvido y a la mañana siguiente, me vuelve a suceder.


Pero el dolor ya estaba cada día mas fuerte y decidí visitar a una nueva dentista.
(Además me llama mucho la atención, que hago citas con doctores para todos, menos para mí).

Desde que llegué con mi cara de angustia, la Doctora Koen se dio cuenta de mi poca tolerancia al dolor y minutos después lo comprobó, mientras me sacaban las radiografías.


Lo sé, es una payasada, pero me duelen (y me duelen de verdad) esas placas rígidas, enterradas en mi ya muy sensible boca.

No me queda claro porque la ciencia no avanza en ese ámbito. Las radiografías son tomadas de la misma manera, desde hace 30 años.

Tiene que ser porque nadie quiere a los dentistas.


El caso es que mi nueva dentista decidió ponerme la pomada que te duerme las encías para hacerme el clean-up.

Y esa pomada no sirve para nada.
Sólo sirve para acentuar la incomodidad, pues el dolor se siente igual de jodido pero además la boca esta medio dormida y se siente el labio gordo.
Y bueno ni hablar del sabor que tiene.


Esto ya me puso de pésimo humor. Y el diagnóstico, más aún.


Resulta que tengo problemas graves.

Mis dientes de hecho están muy apretados, porque cada noche mientras duermo, los aprieto con tanta fuerza, que ya afecté mis encías, además de que todos mis dientes, se fueron adelgazando por el grinding y están comenzando a encimarse.


Su cara era de tal seriedad que me asustó y cuando me dijo,

- We have a serious problem.

Se me salió la primera lágrima.


Odio a todos los doctores.

Odio sus malas noticias.


Mis encías están tan inflamadas, que comenzaron a sangrar en exceso, haciendo de una limpieza común, una tarea absolutamente desagradable.

No sé para la dentista, pero para mí por lo menos, fue espantoso escuchar el brrriiiiiiiiii del aparatito clásico de la limpieza (que también es igual desde hace 30 años), sentir ese dolor tan intenso y sobre todo, ver mi sangre salpicar el casco de soldador, de la dentista.

(Una especie de visera con parabrisas).


El caso es que tengo que hacerme un tratamiento de muchas semanas y peor aun, de muchos dólares.


Y para culminar la cita, fui regañada después de mostrarle mi método de cepillado de dientes.
Se levantó, tomó una dentadura, tomó un cepillón de dientes y me dio unas lecciones.

Una escena fantástica y terrible a la vez.


Salí de ahí con el animo por los suelos, con dolor de boca y con hambre.

Me subí al metro y vi a la gente más triste y más fea que nunca.


A mi lado había un viejo leyendo el New York Post mientras hacía aspavientos.

Me asomé a ver la noticia.

"Una mujer les da a sus hijos solamente queso elaborado con su leche materna, pues asevera que toda la leche de los animales es muy mala"

Ahora comenzará a elaborar yogurt y muy probablemente luego comercialice sus productos lácteos.

Que competirán con la soya y el tofu.


Esto me hace distraerme de mis pedos dentales.

Y me hace sentir mas sana. Por un rato.

2 comments:

  1. Flaca!
    Mi más sentido pésame... siempre que voy al dentista (y soy la PEOR paciente por unanimidad de todo el que ha tenido la mala suerte de tenerme sentadita en su consultorio... si me convierto en su gran pesadilla!) pero bueno, siempre que voy, levanto mi misma queja... es increíble que ni al silencio hayan podido llegar con la madre aquella que te destroza los nervios, el alma y demás... (además del hocico! jajaja). Muchos besos linda, so, soooou sorry!!!!

    ReplyDelete
  2. Te entiendo perfectamente, es horrible la visita al dentista...... los odio desde siempre....
    Espero pases muy rapido todo esto.
    Un beso

    ReplyDelete

Powered by Blogger.