Información, insomnio y las repisas.

Tuve una pequeña reflexión acerca de mis atentadosterroristasarmados en contra de mi sueño.

Esto es lo que hice, una vez lista para irme a la cama:
Agarre mi montón de materiales que incluía, varias hojas del periódico (recortadas el día anterior), 3 revistas (Bazaar, Yoga y Cookie), libro #1 The toddler years, libro #2 The razor’s edge (a punto de terminarlo), cuaderno negro de notas, dos plumas, unas tijeras y fólder de clippings.
Mi edredón blanco, quedó absolutamente cubierto de materiales suficientes, para mantenerme despierta un par de horas más, y la información que estaba a punto de procesar (variada en contenido y por cierto, bastante dispersa), me dejó un par de horas extras, de ojo pelón y pensativo.

Hoy después de dejar a Juliana, hice una recapitulación de este incidente nocturno, que obviamente no es la primera vez que sucede.
(Sucede más seguido cuando K no está y me entra la dramáticasoledadnocturna).

La información es peligrosa.
Sobre todo, tanta.
Lo dicen todos los manuales de sueño y relajación.

Ayer por la noche,
NY times del domingo (sí, del domingo), la verdadera Mrs. Edwards, víctima de su matrimonio, esposa del Senador que la dejó por una muchacha más joven. Resulta que era una cabrona maltratadora de su marido, escribió un libro que resulto ser todo mentira y ahora la gente está muy molesta con ella (los gringos se pintan solos para estas mamadas), segundo artículo, la peor década de la historia, todos los sucesos de los últimos 10 años, arrancando con las torres gemelas.
(hasta aquí ya tengo suficiente información e imágenes para provocarme un insomnio de primera).
Yoga magazine, Cómo prevenir la ansiedad y el consejo número uno es sufficient sleep (veo el reloj y suspiro, pero no apago la luz)
Continúo, leo acerca de las 10 comidas más sanas del mundo.
Cookie magazine, veo las repisas que quiero poner en el cuarto de Juliana, las recorto , las calculo (me paro por la cinta de medir porque los feet me confunden y voy de puntitas con la medida, al cuarto de los hijos – de paso verifico que respiren), luego leo la lista de los mejores libros de la década, para niños.
Leo un par de hojas de mi libro.
Hago una pausa para pensar en todo lo que uno debe leer en la vida, no se cuando.

Y me interrumpe un llanto.
Me paro.
Arranca el segundo llanto.

La calefacción en el cuarto de Juliana hace un ruido espantoso, es como un carro que se está ahogando y que sigue intentando arrancar.
Diego se levanta.
Juliana se levanta.

Los trato de dormir.
Me quedo un rato en su cuarto.
Pensando en las repisas, en las pesadillas, en la falta de sueño y en un par de cosas más.

A las 2 y media de la mañana logré quedarme dormida.
A las 6 Diego se levantó.
Y el día arrancó ahí.

¿Aprenderé de mi error?
Porque cómo dice K, somos muy buenos para identificar lo que hacemos mal, pero somos malísimos para dejar de hacerlo.

Es 20 de enero del 2010, todavía una buena fecha para intentar cambiar.

Y dejar los atentadosterroristasarmados para otras causas.

1 comment:

  1. Pues una vive en el intento no? me pasa algo muuuy parecido! cagado que leí esto hoy, cuando el vicio de dormir temprano (igualito) me resulta prácticamente imposible y hoy, sin más (a ver si así lo logro) regresando de dejar a Martina (acuérdate que la llevo caminando) me OBLIGUé a instalarme en el tapete de yoga y no en mi cama para recuperar los minutos de sueño desperdiciados a lo menso... para arrancar más pronto y ver si efectivamente, en este 2010 logro no desperdiciar horas-sueño a lo menso... efectivamente Flaca, estamos muy a tiempou! Te quiero, Horrorosa!

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