2011 (in Spanish for old times sake)


Enero del 2011 comenzó como se había terminado el 2010, trabajando demencialmente en cuentas que ya me tenían muy cansada por sus procesos inexplicables.
Poca ayuda, mucho stress, mucha sufridera y muchas filmaciones.

El comienzo del año se vio claramente marcado por el frío, las botas de nieve y los días oscuros trabajando en mil chingaderas poco interesantes. También se vio marcado por la puta Miss Perris - La Miss de Juliana – quién no paró de joder hasta junio.

En febrero y marzo hice varios viajes largos a Miami con los hijos y con Eva.
Al calor y al mar.
No se querían regresar ninguno de los 3.

En marzo vino mi hermano a diseñar el proyecto de unir los dos departamentos.

En abril pasamos semana santa en Tepoztlán y comimos en exceso los sopes maravillosos de Doña Kika.

En mayo otra vez pase un rato largo en Miami.
Otra vez al W.
Esta vez con K.
Y otra vez todos se querían quedar a vivir ahí.

En junio nos despedimos de la puta maestra de kínder y arrancó el verano - nos fuimos a San Pete “toda la familia” y lo hicimos lo mejor que se pudo.
Recogimos muchas conchas y comimos cosas fritas en exceso.

En julio, Diego cumplió dos años y entró a la escuela - al curso de verano - a manera de entrenamiento.

En agosto, arrancó en mi un enorme sentimiento de huida, de cambio laboral.

En agosto 22 me fui a renovar las visas a México y ese viaje es el principio de la vorágine de eventos del 2011.

En ese viaje bebí mucho tequila y lo pasé increíble en mi país.
Preparándome sin saberlo, para lo que venía.

Regrese a NY.
Y de la nada, todos los esfuerzos hechos en el trabajo, se habían desvanecido.
(Los detalles de este evento siguen siendo dolorosos y no vale la pena entrar en ellos – pues hoy más que enojada me siento muy agradecida)

El 7 de septiembre Juliana entró a 1º de primaria.
Su maestro de origen Inglés, Karl Smith.
La suerte nos cambió en PS40.
Diego entró a la escuela normal. Y todo fue un éxito.

El 9 de septiembre me despedí de Moya y de Reynardus.
Quince años trabajé con ellos.
Eran familia.
Aprendí más de tres lecciones.
Con llantos y muy  bien aprendidas.

El 12 de septiembre fue la primera cita con mi coach (de vida, no de fitness). Llegué hecha pedazos.

El 13 de septiembre, después de esperar muchos años, nos hicimos los análisis médicos para la Green Card (Juliana y yo).

Uno de mis mayores conflictos era tener un espacio laboral y el 20 de septiembre me aceptaron como miembro fundador en Grind.
Establecí mi nueva oficina en Park y la 28.

El 21 de septiembre tuve mi primer día de clases de Nonfiction en NYU.

El 26 de septiembre me reuní con Abraham y le pregunté si le interesaría hacer algo juntos. Me dijo que si.

A partir de Septiembre retomé el ejercicio y la yoga diario.
Bajé 6 kilos.
Me puse buenísima.
Nombre no, me quede igual.

A finales de Septiembre corrieron a Diego del programa de 5 días a la semana en la escuela y lo pasaron al de 3.
Por cabrón, inquieto y payaso.

Llegó Octubre.
El día 6 le dije a Malo que si quería entrarle a mi proyecto.

El día 7 de mandé el paquete con todos los papeles de la Green Card a Albany.

El 20 de octubre fue la primera junta de La Colectiva.
Nace el concepto de la anti-agencia.

El 21 de octubre conocí a Manolo – nuestro cuarto socio.

El 28 de octubre tuvimos nuestra primera reunión con un cliente importante – nos fue de huevos y La Colectiva arrancó labores.

Llego Noviembre.
Volví a cumplir 40.
La Colectiva se puso a trabajar.
Yo tuve mucho que leer y que escribir para la escuela, las clases se fueron poniendo cada vez más buenas.
Comencé a trabajar en la propuesta de mi libro, “Motherhood and other stories of terror”

Llegó Diciembre.
El día 7 arrancó la obra de la casa – y nos mudamos a vivir al departamento de mis papás.

Esa misma tarde me senté con nuestro nuevo contador y le entregué un cheque para abrir LA COLECTIVA LLC NYC.

Alfalfa Estudio arrancó con la creación de nuestro Branding.

Mi maestra aprobó la propuesta de libro y me aceptó en el programa de Nonfiction Tutorial de NYU que comienza a finales de enero del 2012.

Mi inspiración para escribir subió como la espuma.
Esto me dio mucha felicidad.

K vino a pasar la navidad a NY con Emiliano pues no pudimos viajar a México como habíamos planeado - por el tema de la Green card.
Fuimos los cinco a New England.
Muy buen viaje.
Muy, muy bueno.

El año terminó con todos agripados, pero todos bien.

Llegó enero del 2012 y nos estamos mudando de regreso a nuestra casa.
Estamos trabajando como locos con La Colectiva.
Tengo que terminar un capítulo completo de Motherhood para fin de mes.
La Editor in Chief de Café Mom Latino me llamó para colaborar con ellos.
Los hijos están bien.
No hace tanto frío.
K está trabajando mucho, cuidándonos mucho y tratando de levantar su película.

Yo... en la lucha,
Mucho más sonriente y tranquila que hace un año.
Así es que el 2012 pinta muy bien.

A todos, feliz año.






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