Animal.


Nos pasamos el verano retrasando el corte de pelo de Juliana.
No bastaron ni todos los nudos, ni todos los piojos en su cabeza, para tomar la decisión.

Y la semana pasada me llego una invitación de Parlor (mi salón), para cortarle el pelo a los hijos por la módica suma de 20 dólares, que en NY es una verdadera ganga.
Y ahí vamos.
Me dieron la cita a media mañana con lo cual deje botadas 30 cosas en la oficina y salí corriendo con Juliana.
Cuando llegamos nos hicieron esperar un poco y en medio de los estantes llenos de productos Aveda había un garrafón inmenso de té helado con un cartel al frente que decía, Have some relaxing tea.

Me acerqué y me comencé a servir un vaso al tiempo que sonó mi teléfono y Juliana pego un grito de “mamaaaaaa”

Mi mano se altero sin avisarle al cerebro y tire el vaso de té por el piso.
Me puse a buscar con que limpiar y por más que trate de avisarles a las mujeres del salón lo que había pasado, no me volteaban ni a ver.

Me fui al rincón con Juliana a escondernos un poco.

A los 5 minutos llegaron dos chavas con un mop y una cubeta, a limpiar.
Una le dijo a la otra,
- Who was the animal that did this?

La animal que tiro ese té sin querer hizo todo lo posible por limpiar el piso pero solo tenía 3 kleenex en la bolsa y se los trato de decir pero las 2 estaban ocupadas mandando mensajes de texto en sus teléfonos.
La animal estaba tensa porque su celular no paraba de sonar y había dejado varios pendientes sin resolver en su puta oficina. Esta animal lleva noches sin dormir porque su hijo se despierta a las 3, a las 5 ya las 6 de la mañana. Esta animal no ha podido hacer yoga en semanas y necesita algo que la ayude a relajarse. Esta animal brinca y le dan mini ataques al corazón cuando escucha sonidos fuertes y simultáneos y cabe mencionar que su vida está marcada por dichos ruidos (fuertes y también simultáneos).

Pero solamente dije,
- I was the animal. I tried to tell you and no one listened.

Una de ellas avergonzada dijo,
- I am sorry.

La otra solamente me miro apenada.

En ese momento nos avisaron que pasáramos para el corte de Juliana.

La verdad es que tenía años de no escuchar que nadie dijera la palabra “animal” de manera ofensiva.
Creo que no es tan grave.
Y en todo caso más que ser una “animal” me apendeje un poco.





2 comments:

  1. Jajajajaj!
    qué bueno que te declaraste culpable... babosas! Como diría mi Mamichi!
    Ahora lo que si debe entrar en la categoría del animal pero con cariño es que nos cuentes y NO subas fotos de Juli con el nuevo look...

    Eso sí no está bien.
    Ya pasamos por alto escribirte por acá y asumir así nada más que lees esto que comentamos y yap, digo porque una respuestita de cuando en cuando no nos caería mal verdad? De cuando en cuando o igual y en corto... considéralo.

    Y, sube esas fotos!
    Besos.

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  2. Claro que leo todos los comentarios siempre. Y me encanta que me comenten.

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