Fin de semana con sol (A Diego le gustan las princesas).

El clima fue generoso durante el fin de semana, así es que sucedió lo esperado, pasamos muchas horas en el parque entre sábado y domingo.

Siempre que llegamos al parque, tengo que pasar la primera media hora viendo fijamente a Juliana,
-    Mami mira como me cuelgo, ahora mira como me trepo, ahora mira como me echo… mira, mira y mira. No me dejes de mirar.

Pero casi siempre después de un rato, se encuentra con alguna niñita que le cae en gracia, con lo cual ya no requiere de mi atención absoluta.

Pero igual no puedo dejar de observarla porque soy muy miedosa.
Los juegos de tubos me ponen muy nerviosa, son muy altos y se ven poco seguros, además de que Juliana pasó de ser una metropiezocontodo a ser la más atrevida.
Y yo sufro mucho. Veo a las mamás leyendo revistas, cotorreando, dejando que sus hijos se desbarranquen y no puedo hacer lo mismo.

Prefiero los columpios y las resbaladillas.
Pero mi hija hace lo que quiere (en el parque).

Después de un rato, la vi en el columpio de llanta con un niño.
El la mecía a ella, pero muy fuerte, parecía que estaba por salir volando en cualquier segundo.
Me pare corriendo con Diego y le dije al niño desconocido,
- Hey, hey, hey, that’s too fast…
(me veo diciéndole lo mismo en 10 años)

Y una mama llegó,
- Hi, he’s my son, I will ask him to slow down.
(lo mismo,  en 10 años)

Cuando caí en cuenta de que Juliana estaba muerta de la risa y fascinada con la velocidad (y el niño), me sentí muy ridícula.
La mamá me vio con cara de loca.
Y yo pensé, no hay bronca, si estoy (loca).

El niño en cuestión tenía 5 años y medio y se llamaba Pierre.
He de reconocer que estaba guapísimo y Juliana tenía una sonrisa de oreja a oreja.
El idilio duró un rato de llanta, otro rato largo de columpios y un rato final en el arenero.

Alrato Juliana regresó y me dijo que Pierre ya se había ido con otros niños.
Así son los hombres de pendejos mi amor.
Te enamoran, te hacen caso y cuando caes, se van con los amigos.
Pero no le dije nada de esto.
Ya lo irá notando sola.

Me quede pensando mucho en la capacidad de los niños para hacer amigos nuevos.
Yo no era así, de hecho era más tímida.
Luego se me fue quitando.

Juliana se pelea con quien sea, cuando le ganan su lugar en el juego. Luego la veo buscándole bronca a niñotes claramente más grandes que ella, y pienso en el riesgo que conlleva ser tan aguerrida.
Sobre todo en estos tiempos violentos.
Se agarran los hijos y luego las madres.
Qué pocas ganas de ese pleito.
Pero de eso poco puedo decirle, porque aguerrida si que sigo siendo.

Y on another note como dicen los gringos, Juliana cada día juega más y se entretiene con Diego.
De repente voy corriendo a ver que pasa, porque no escucho gritos durante más de 20 minutos.
Cabe mencionar que los juegos los elige ella, importándole poco que Diego sea niño.
El a su vez disfruta con las tiaras y los lentes de sol mientras se come la zapatilla de Cenicienta.
La vida no es fácil...
Pero estar acompañados para enfrentarla, hace toda la diferencia.

1 comment:

  1. Wow! Este acaba de alcanzar mi top 5 ...!!!

    Está increíble Flaca, tiene de todo un poco, empezando por el idilio y el mensaje oculto que está de pipirín, jajajaja, la guerrera aguerrida en potencia (no me quiero imaginar los límites que va a alcanzar esa niñita, ahitencargou!) y la traducción simultánea del video de diego, no tiene madre, jajaja!
    Miles de Besos!
    PD... No bueno, y tiene, factor de mesentídentificada... qué tal la prueba de fuego para nosotras las mariconas la ida al parque??? Sufría muchísimo... terminaba CANTANDO con Martina para evitar que se trepara a la piche resbaladilla jajaja! (Cabe aclarar que era muuuuy alta, empinada y Martina muy chiquitita).

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