Challenge of the day (o te reto)


La revista Whole Living me llega mensualmente.
Mi amiga Luz me regaló la suscripción por mi cumpleaños y le estaré siempre muy agradecida, pues es una revista fantástica.
Al menos así lo veo yo.

Esta es la revista que leo cuando mis hijos duermen y la leo completa, pues me transporta a la fantasía de vida que quisiera llevar (repito: fantasía) con mucha comida sana, mucha relajación, meditación, yoga… quinoa, arroz integral, risas, estiramientos, pescados, jardines con tomates, en fin, mucho bienestar.

Es la revista perfecta para transportarme amiotroyo que está escondido adentro de esta Sofía que todos ven por fuera, la estresada que se relaja poco.

Whole Living a su vez, me manda diariamente por mail un challenge distinto.
Siempre los leo pero jamás puedo llevarlos a cabo.
Challenge of the day, Sonríe a todos tus compañeros de trabajo, no se puede. Challenge of the day, Escápate por el día y duérmete una siesta en el pasto, suena brutal pero chin no se puede. Challenge of the day, Cómprate una trucha fresca y organiza un festín de pescado para la familia, mis hijos la van a hacer de pedo, tampoco se puede.
Y así… 
Hoy me llegó este Challenge of the day:

Turn On the Charm
Nagging doesn't work. Instead, show him you're on his side: Put a palm on his thigh, smile, and in a warm voice, make your request.

Yo se que está algo mamador pero hear me out como dicen los Gringos.
Hace unos meses le propuse a K que hiciéramos un challenge (si, así lo llame, challenge) que consistiera en no chingar el uno al otro, no quejarnos y no criticarnos, básicamente estas tres cosas; y el primero que lo hiciera (chingar, criticar o quejarse) perdía y tenía que darle al ganador lo que ella o el quisiera.
¿Está bueno no?

Lo hicimos por una semana.
Yo digo que gané yo.
El dice que ganó él.
Y seguimos sin premios porque después se fue.

Ayer por la noche le propuse que ahora que nos vamos de vacaciones hiciéramos el challenge de nuevo.
¿Qué hay mejor que estar en la playa, sin que te estén chingando, criticando o quejándose?

Y me dijo que sí.
Pero no lo quiso llamar challenge.
El lo quiere llamar el déjalopasar.
Y pues tiene derecho a llamarlo como él quiera.

Luego me quede pensando.
¿Es lo mismo?
Dejarlo pasar es distinto.
Es así, tu chingas y yo lo dejo pasar, yo chingo y tú lo dejas pasar.
Pero de que alguien chinga, chinga.

Creo que me gusta más mi challenge porque la regla básica consiste en no chingar.

Y volviendo al Challenge of the day de la revista, así lo traduzco yo:
Ponte encantador o encantadora: No chingues. Mejor muéstrale que estas de su lado. Ponle la mano en la ingle (ojo el move), sonríele y con una voz suave (que no tengo) pídele lo que quieras.

Y eso es lo que yo más que challenge, llamaría manipulación sucia.

Entonces mi propuesta es clara.
A este challenge mío lo único que hay que hacerle,
Es cambiarle el pinche nombre.

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