Cambios o lo que le pasó a Mandinga.


Los rábanos de hoy en el Farmer’s Market, me pusieron de muy buen humor.
También los espárragos, las espinacas y las cebollas moradas.
Una cabrona sinfonía de vegetales, bajo la luz del sol de esta primaveraverano, que finalmente se digno a llegar.
Que puta felicidad.
Me puse tan contenta de estar comprando cosas verdes sin chamarra, sin calcetines y sin lluvia, que me dieron unas ganas incontrolables de irme de pinta.
Como en la prepa.
(Pero ya no se puede).

Estos cambios estacionarios son tan bien recibidos como los cambios en las personas.
Las que cambian para mejor.
Obviamente.

El concepto del cambio. Lo traigo en mi mente desde hace días.
Cuantas veces hemos escuchado la frase de “la gente no cambia”
Absurdo.
Todos cambiamos.
Para mejor, para peor, para nada, para mucho.
Pero cambiamos.
El mundo cambia, los hijos cambian, los amigos cambian, la familia cambia, la pareja cambia.
Vamos procesando todo lo que somos, lo que no sabemos bien que somos, lo que ya no queremos ser - y lo combinamos con todos esos elementos externos que nos van cayendo encima, como derrumbes.

La vida se encarga de irnos empujando a manera de haztepalaorilla y ya estará en nosotros decirle haztetúpalla o estabuenomehago.
Hay que hacer lo que tengamos que hacer, para ser mejores. Para que no se nos muera la curiosidad, ni las ganas. Para no sentarnos a esperar. Para no seguir a la manada y poder siempre opinar lo que nos de la pinche gana.

Dos amigas tenían años de no verse.
Se quedaron de ver en un café.
La amiga 1 llego temprano y reputeó contra la amiga 2, que se retrasó más de una hora.
Cuando llegó se pusieron a platicar de sus vidas.
La amiga 2 había cambiado mucho en el curso de esos años.
Su marido la dejo por otra, tuvo una depresión bestial, los hijos crecieron, se fueron a la Universidad y ella se dedicó a redescubrirse.
Y lo hizo a través del Rock and Roll,
-       Mi vida ahora es el Rock.

La amiga 1 abría los ojos sin entender nada.
La 2 seguía contando,
-       Me enloquezco con el Rock, me hace feliz el Rock, y viajo por todo el mundo siguiendo a mis bandas favoritas para cantar con ellos y demostrarles mi agradecimiento.

La amiga 1 la escucha y la observa durante unas horas, pero sigue sin entender nada.
Su vida, sigue igual.
Y le dice a su amiga,
- En mi caso, todos somos más grandes, pero somos los mismos, la vida es la misma.

La amiga 2 le sonríe y le contesta,
- Yo soy otra persona. De hecho quiero que de ahora en adelante me llames Mandinga.

La amiga 1 le dice,
- Mandinga?

La 2,
- Si, Mandinga es mi nuevo nombre.

La amiga 1 coge su bolsa, su saco y camina hacia la puerta furiosa.
Antes de salir le grita,
-       No te pienso decir Mandinga nunca. Eres una loca perdida.

Y se va caminando hacia el coche mientras se escucha que murmura,
- Mandinga, mandinga… tu puta madre mandinga, mandinga te voy a dar hija de tu pinche madre...

Un dolor de cabeza los cambios, una chingadera.
Especialmente si le suceden a otros.
(ahora si me hice reír yo sola...)


1 comment:

  1. vente de pinta... te llevo al huerto donde hay harta verdura... y casualmente estan en temporada las alcachofas

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