Vamos a ver.

Me encanta llevar a mis hijos al museo, a las galerías.

Me da la sensación de que algo aprenden, algo más divertido que los números.

Sobre todo me gusta que lo podemos compartir, porque “los números” de plano, yo sigo sin poderlos entender. Y seguramente así me voy a quedar.

También es probable que en estos museos no aprendan nada, pero ven.

Y “ver” lo que se dice “ver” es algo que todos debemos aprender a hacer.

Verlo todo.

Claro que con Juliana no tengo que preocuparme tanto por eso.

De que ve, ve.

El pedo es como pregunta después.

No mames, es interminable.

Ayer en la noche le dije,

- Te pido mi amor que ya no me preguntes nada, estoy agotada, ya no hay que hablar.

Ella me dijo,

-  ¿Mamá estas tan cansada que no puedes hablar? ¿Por qué no te acuestas y descansas y seguimos hablando?

El caso es que con mi paseo del sábado, me metí el pie como las grandes.

Primero se me ocurrió que llevarlos a ver la exposición de Dr. Lakra al Drawing Center en el Soho.

La instalación consistía de 4 paredes llenas de dibujos del artista, con un alto contenido de sexo y violencia.

Atinadísimo para una niña de 5.

Dije,

- Vámonos mi amor.

Sacarla de ahí ya fue un pedo, porque al primer dibujo que “entre alcanzo y no alcanzo a ver”, empezó a preguntarme que carajos era y cuando vio mi cara de “esta peli es para adultos” se sintió aún más curiosa.

La saqué de los pelos.

Me dijo,

- Mamá no vi nada de México.

(basado en que le dije de íbamos a ver a un artista Mexicano).

Yo respondí,

Si como no, había ahí vasos de tequila y algunos símbolos... que se yo… vamos a ver otra cosa.

Y fui a enseñarles la casa donde vivía cuando conocí a su papá.

Y estuvimos sentados en las escaleras de 37 Greene St. durante una hora.

A Diego le encantan los escalones.

No sé muy bien porque.

Y Juliana quería saberlo todo acerca de ese departamento.

Y como soy de suertuda, caminando hacia el metro nos topamos con una protesta.

Back to the Streets! 

Rally Against the Wars at Home and Abroad on April 9th

Se juntaron todos los que tienen algo que protestar.

Que son un chingo.

Juliana quería verla porque pensó que era un desfile.

(Como el gay parade que le encanta y es también de lo más “apropiado” para ella).

- No mi amor, es una protesta contra las guerras.

Para que fue eso.

Entre la guerra y la paz y la palabra protesta – se nos fue hasta la noche.

Menos mal que se durmieron temprano.

8:30 PM.

Me puse a cocinar mi pasta con KALE.

Y abrí un vinote.

Sola.

Suspirando.

Sola.

Pero contenta de no tener que hablar más.

Todo sea por Ver.