Correr, correr y correr más.


De verdad que la corrida (en el treadmill) te saca la mugre.
Quema el pan de la mañana (espero) y atropella las frustraciones que se acumularon las horas anteriores a correr, que en mi caso después de este fin de semana, no son pocas.
Tanto así que estoy agradecida de que sea lunes.

No sé porque sábado y domingo acabé corriendo como una bandida, subiendo y bajando escaleras, montando uno y otro metro, sudando la gota gorda, esforzándome en exceso, enarenada, con algas marinas pegadas, vomitada, embarrada.
Así, todo así sin exageración y en Brooklyn.
Ni siquiera a cuadras de mi casa.

Coney Island el sábado, Prospect Park el domingo.
Ya lo saben, soy la reina del boicot.
Pero lo más duro fue el virus estomacal que agarró Diego y que se manifestó en su forma más obvia, ayer durante el trayecto Manhattan-Brooklyn en metro.
Vomitó el desayuno y la cena sobre de mi, sobre de él y sobre uno que otro más.
El pobre la pasó fatal.
Salió del metro encuerado.
Los dos oliendo a vomito.
Compramos dos atuendos en la primera tienda que vimos.
Dos atuendos que evidentemente no volveremos a usar.
El quizás de piyama y mi falda quizás sirva de mantel individual.

Yo no sé que pasa conmigo.
Pero me debo detener a analizar.
1. ¿Por qué no puedo optar por quedarme en casa tranquila, que los niños pinten, que se queden un rato en piyama o que vean la tele como en millones de hogares más?
2. ¿Por qué la prisa de los tres por salirnos a pasear?
3. Y sobre todo, ¿por qué cada semana que pasa, incrementa el grado de dificultad de nuestros planes?

Ayer acabé la noche armando un playlist que se llama Running for my life.
Mientras escuchaba las canciones pensaba en estas 3 preguntas, pensaba en la vida, en los planes, en todo lo que hay que hacer – mientras Diego dormía y se despertaba a tomar dos onzas de agua en intervalos de 20 y 30 minutos.

Y bueno no obtuve tanta respuesta.
Más me la pasé cantando. Ya que nadie podía escucharme.

Pero algo sé,
Corro por ser mamá y querer ser mejor para ellos.
Corro porque siento que mis hijos deben de aprovechar el verano, el buen tiempo.
Corro porque el tiempo se va.
Corro.
Corro por mi vida, por la vida que tengo.
Corro.


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