Meditaciones sobre una pasa.



Una de las cosas que me dan felicidad en la vida (estoy leyendo The happiness project así es que probablemente voy a tocar este tema seguido) – es mi caminata mañanera de la escuela a la oficina, escuchando música y pensando.
A veces escucho algo específico y otros días me pongo en manos de la sorpresa y aprieto shuffle.
Ese shuffle es una maravilla, juega con las emociones, nos sube y nos baja, nos pone a bailar y luego nos da la calmadita.
Y ahí voy yo a la mitad de la canción, a la mitad del pensamiento… pero cuando se acaba la rola y está por comenzar otra, hago una pausa dónde digo “a ver a ver…” yes! o chin!
Generalmente yes.

Hace unos días o más bien podría decir que años, que quiero aprender a meditar.
No por ganas, sino porque creo que me hace falta. Y cualquier cantidad de gente me lo ha recomendado (incluyendo gente que me conoce bien, lo cual me resulta extraño)

Y en realidad este deseo de meditar (o ser otra persona) ha resultado imposible.
He comprado los libros, los medio leo, he comprado los videos, los medio veo y más recientemente me compré Mindfulness for beginners en i-tunes. Pensando que podía meditar on the go. En el aeropuerto. En el dentista. En qué se yo dónde. 
Y sobre todo cuando.

El caso es que ahora mi estúpido shuffle pasa de Love me doo - a – Meditation #3 que comienza con una frase parecida a “there’s a reason why you came to us… you wanted to be mindful”
Qué cosa más encabronante.
Porque me tengo que parar con este frío, sacarme el guante, bajar al piso la bolsa 2 y darle a la flecha para que venga la nueva canción, deseando que de aquí a que llegue a mi destino, no venga otra nueva meditación.

Pero hoy que me sucedió esto, decidí quedarme escuchando.
La meditación.
Hablaba de observar las pequeñas cosas a fondo y para este preciso ejercicio requería que yo estuviese sentada, respirando a un buen ritmo y sosteniendo una pasa (una pasa de las que se comen) en la palma de mi mano.

Yo modifiqué la terapia levemente, respirando con humito de frío, algo agitada por todo el peso que traigo, y sin la pasa.

Es un pedo tener intenciones buenas de hacer algo y no poder lograrlo.
La meditación de la pasa estaba interesante, pero la neta es que la única manera de que yo pueda tirarme media hora de mi vida así, escuchando esta mediomamada, es en movimiento.

Esta es MI realidad sobre la meditación: Si tengo media hora para sentarme tranquila, si es que llega esa media hora – no quiero ver una pasa, ni verle las arrugas, ni sentir su peso. Quiero leer algo bueno, o escribir medio párrafo o recortar una receta, o que se yo.
Todo lo demás menos la pasa.

Y sé que entonces tal vez no lograré el total mindfulness.
Pero seguro que obtendré un par de puntos buenos por aceptar mis limitaciones.
Sobre todo si dejo de gastarme dinero en tanta audiovideoliteratura sobre el tema.

Ahora pongamos una buena canción y tratemos de trabajar.






1 comment:

  1. Me sorprende mucho que coincidamos en tantas cosas querida Chof...una de las cosas que no he hecho en mi vida y que muero de ganas por hacer es meditar!!!!!, el ejercicio es algo que dejé y que nunca pude retomar, la lectura la sigo ejerciendo pero cada día menos por falta de tiempo...pero ya prometí que ésta misma semana me inscribo al yoga, no sé a qué hora, no sé cómo...pero empiezo ya.

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