The kids are all right...
Llevaba un mes sin dormir, con una culpa de locos,
por mandar a mi bebe “casi recién nacido”
(como le digo yo, y no necesariamente de broma) - a un camp de verano - en contra de su voluntad.
La CULPA es de la chingada, porque distorsiona la realidad y en el caso de las
mujeres, es algo que forma parte de nuestro DNA.
No conozco a un solo hombre que sienta culpa por no
llegar a acostar a los hijos entre semana, y menos por colgarse en la
sobremesa. Ni uno solo.
Nosotras además de culposas, somos pendejas.
Pero ese tema lo podemos cubrir otro día.
La realidad es que si alguien necesitaba alejarse de
su mamá, para hacerse “grande”, era mi niño de 7 años (recién cumplidos).
Mismo que sigue pasándose a mi cama cada mañana, sigue sin poder tomar líquidos
a partir de las 6 pm, porque ni de chiste se para a hacer pipí cuando esta
dormido, mismo que no hace ni medio esfuerzo
por vestirse del todo solo, y si lo obligamos, se va a la escuela sin
calcetines ni calzones, mismo que se sigue poniendo al revés los zapatos y que come
como niño de la selva.
Necesitaba un poco de camp.
Mi niña por otro lado, ya es una experta en el tema
de irse… lo disfruta enormemente, tanto que me da un poco de coraje-secreto.
La noche del domingo pasado, la pasamos en vela los
tres y el lunes en la mañana ya mi angustia se convirtió en neurosis.
Los llevamos al estacionamiento de Santa Fe su padre y yo, a
subirse a su camión, y ahí me despedí de ambos, con lagrimas de dolor
profundo.
Me agarre a cada “jefe” que me encontré y les dije…
“Mi bebe se va a perder o algo en la montaña, no hace caso, tiende a la
escondida, cuídenlo mucho, cuídenlo más que a todos los demás… y en su maleta
encontrarán un manual de “como cuidar a Diego”...
Y el martes amanecieron las fotos del primer día, en la galería de los Pipioltecuates.
Dije,
-
No mames Sofia.
Estos cuates de Pipiol son la neta de a de verás,
¿cómo alguien puede extrañar a nadie, con 20 actividades en un día?. En 12
horas, velean, montan a caballo, hacen tiro al blanco, andan en bici, juegan
soccer, se suben a la dona en el lago, se cambian de atuendo 3 veces, hacen 3 comidas
completas y encima ríen.
Yo…
Llevo desde el lunes con una sensación constante de
que traigo algo perdido y con una ansiedad a la inversa, de no tener que llegar
a casa.
Somos seres confusos las madres.
Puede que lo que nos haga falta sea un buen camp.
Uno donde haya vino y mezcal.
Para quitarnos la culpa,
De dejar a los hijos.
¡Hola Sofía!
ReplyDeletePadrísimo lo que escribes en tu blog, la mayoría de los papás se enfrentan a lo mismo que tú. Estamos muy de acuerdo contigo cuando dices que todos necesitamos un poco de camp, ya que es una experiencia muy enriquecedora tanto para los campers como para los papás. Tus niños la han estado pasando fenomenal, están súper felices, ya pronto te contarán todas sus aventuras cuando estén de vuelta. Te mandamos un abrazo.
PIPIOL.